domingo, 24 de febrero de 2013
UN GOYA ENTRE FOGONES
“Subí la persiana y mis sospechas se aplaudieron a sí mismas
por haber acertado. Mi almohada y mis sábanas estaban llenas de color rojo y
morado, como si hubiesen batallado entre ellas durante toda la noche y una
hubiera salido herida. Sí, me había acostado sin desmaquillarme. Pero del negro
del rímel, ni rastro. Probablemente se lo desayunó mi mal humor. Abrí la
ventana y allí estaba mi madre, batiendo huevos en la cocina mientras cantaba Volare. Debía de ser domingo, pues los
boleros y los cuplés tocaban de lunes a sábado. Me saludó con el batidor en
alto y me senté al borde de la cama. Los rayos del sol caían directamente sobre
mis pies, como si el mundo los delatase en un intento de fuga. Pero mis dos dedos
largos allí estaban para desmentirlo. Para amenazar con un buen mamporrazo a
aquellos que se atreviesen a decir que terminaría tirando la toalla. Iban
listos. Me levanté y fui directamente al baño, aunque lo hice con unos andares
tan cansinos que asustaron a Zoilo, mi gato siamés. Tal vez pensó que era una
menina trasnochada que andaba silenciosa para hacer con su rabo pinceles para
el pintor sevillano. Pero al mirarme al espejo la sorprendida fui yo. Me vi más
guapa que nunca. A mis cuarenta y cinco años mis ojos verdes tenían la misma
ilusión que aquella joven pizpireta que en las acequias de Mazarrón jugaba a
ser Juana La Loca junto al más feo del pueblo, sólo por desdecir lo que me
contaban de aquel bello Felipe. Ahora tengo ochenta y mi madre ya no está. Vivo
sola. Pero mañana seré yo quien le cante El
reloj mientras mi estatuilla y yo nos cocinamos una tortilla. Por ti, mamá.”
¿Así? Sigue faltando mi público, Laura. Pásame la goma de borrar, que sus
gritos de socorro tienen que sonar en mi discurso. Javier de Matrice.
domingo, 17 de febrero de 2013
LO QUE MI PARQUE ESCONDE
“¿Dais de comer a esos bichos asquerosos?”, me preguntaron.
Pío, pío, que por supuesto hemos sido. “¡Mira el pipi!”, me decían de pequeño
cuando pasaba un gorrión. O cuando me llamaba desde sus barrotes el canario
amarillo de mi abuela Juliana. De las primeras palabras que aprendí. “Papa”,
“ajo”, “mama” y “pipi”. Así fue. Crecí con Tweety y Sylvester de los Looney Tunes. También con Pichí, el
pajarito alpino que Niebla se metió en la boca. Y ya de adolescente aún sonreía
crédulo al ver cómo Amy criaba y enseñaba a volar a los gansos en Volando libre, de Columbia Pictures.
Pero a partir de ahí, el The end.
Erre con que si las palomas son ratas aladas. Dale con que defecan sobre los
coches y estropean los tejados. Y ahora ene
con que si los estorninos de Trujillo. Claro que las plagas son un problema, pero
las aves de nuestro entorno son mucho más que eso. Currucas capirotadas,
cormoranes, carboneros garrapinos, colirrojos, currucas cabecinegras, garzas
reales, verdecillos, verderones, pitos reales, las simpáticas lavanderas
blancas, y así sume en belleza, siga y ríanse ahora aquéllos del de los pájaros
en la cabeza. Ésa es la cara A, no la B que tanto cala. Los prismáticos para
verlos me los ha brindado el proyecto Acercándonos a las Aves, desde enero regalando
biología en la Casa de la Juventud de Parla. Bajo el taller Descubre y Protege las Aves no sólo enseñan
y muestran a pie de árbol que aquéllas viven o vuelan por nuestros parques,
sino que también instruyen y ayudan al alumnado en la construcción y colgado de
comederos y cajas nido para el éxito y posterior seguimiento de la cría. De
reportaje. Como también debería serlo -grueso en páginas- Contando Aves en Comunidad, actividad anual en la que durante cuatro días, en esta ocasión del 15 al 18 de
febrero, uno puede participar desde cualquier punto geográfico en el conteo de
aves silvestres con fines localizadores y de estimación de ejemplares por
especie. ¿Que les interesa más aprender sobre las que nadan? Recomendado el
curso de Iniciación a la ornitología:
acuáticas, programado por La Casa Encendida para primeros de marzo. ¿Que
prefieren la otra cara? Pues conozcan la B de la A: verdecillos con canto
llevado al extremo para compensar el ruido urbano, sin duda un hándicap para su
reproducción. Reducción de población de copetones en Bogotá, muy probablemente también
por los decibelios y la urbanización. Modificaciones conductuales a nivel de
depredación. Marinas intoxicadas tras ingerir plástico. Los cerca de cuatro
millones de aves al año capturadas ilegalmente en España, incluidas aquí las
envenenadas… De pájaros locos. ¿Quién evacúa entonces sobre quién? Javier de Matrice.
domingo, 10 de febrero de 2013
¡AY, PEDRO!
¿En qué ciudad nació Camarón de la Isla? No es retórica
–obvio-. Ni les estoy poniendo a prueba. Sí, las comillas me las como para
enfatizar mi cómo, aunque dicho así pinte cacofónico. Pregunta de Lo Sabe No Lo Sabe, de Cuatro. La
respuesta del concursante, que él conoce a ““Camarón de la Barca””. Olé. No era
español, por lo que excusado queda. Pero esto no es algo anecdótico que muera
ahogado en el agua clara de la canción del cantaor gaditano, sino que hay
muchas aceitunillas verdes que la ignorancia “muele que muele”. Bochornoso que nuestro país esté en el
grupo de los europeos que más ha recortado en educación superior entre 2008 y
2012, según datos de la Asociación Europea de Universidad. Si a la guinda le
quitamos el rojo, imagínense el acicalamiento de la tarta. Melones sin
etiqueta. Kakapos de metro y medio
con piel humana. Los que no obtienen mi indulto son aquellos compañeros que
toman su pluma como aguadilla de lo social. Noticiando que las matrículas
universitarias crecieron el curso pasado sin olvidarse del a pesar del aluvión de críticas a Wert. Cifrando el coste de cada
jornada de huelga de Secundaria, como si la contabilidad gubernamental fuera
ahora asunto nuestro. Basta ya de jugar con el hato de las entendederas humanas,
que bien se sabe que con la comida no se juega. Conciénciese, estimado Wert, de
que la solución no está en ir a por el séptimo refrito educativo de la
democracia. Lejos de poner meandros a la consecución del grado –mira que es fea
la palabreja-, busque nuevas fórmulas para fomentar el interés cultural y convenza a
la patronal del peso de las titulaciones, que a día de hoy parecen estar sólo
indicadas para higienizar el área anal y perianal del ser humano. La misma zona
a la que servirá de tonificante la entrada que compremos del Museo del Prado
tras subir su precio. De culo y contra huracanes vamos, que el viento a secas ya se
queda corto. Pero me niego a pensar que sueño lo que soy. “Camarón de la
Barca”, sueñe el rey y sueñe el rico, que a esta joven mula no le tapan el
hocico. Javier de Matrice.
domingo, 3 de febrero de 2013
AFAMADO TOMELLOSO
Migas de pan con trocitos de panceta acompañadas por uvas de
la tierra. Duelos y quebrantos. Gachas sabrosas que acarician hasta el paladar
del más deslenguado. Pisto del colorado. La reconocida y premiada pizza de
matanza. Sopa de cebolla hecha con cuchara de las largas y mandil de cuadros.
Huevos con puntilla. Morcillas y chorizos que se deshacen en los molares a
ritmo de jota con olor a vino. Por no hablar de sus mantecados de hojaldre,
flores fritas o pastas almendradas. Decía el escritor Jean de La Fontaine que
“estómago hambriento no tiene oídos”, así que coman. Que aquí hay mucho que oír.
Desde que te despierta el panadero hasta que la Asunción calla enojada por
tener que hacerlo. Valgan de ejemplo los buenos días del vecino. Las buenas
noches del forastero. Los helados de la Elodia. Las siestas con colchón de
esponja y olor a tomillo. El turronero. Una vecina dándose aire con su abanico
nuevo mientras otra lo hace con el de varillas de celofán. Lumbreras de cuevas
a cada paso, celosías esta vez de disputas, romances o chismorreos. Procesiones
silenciosas con sinfonías de grillete. Niños en bicicleta. Abuelos llamados
hermanos sin mediar sangre ni crucifijo. Feria a lo grande. Melones que la de
enfrente te regala. Tinajas que acunan vino con denominación de origen. Calles
con nombres rescritos y populares. Cementerio con extensión de polis, muestra
de la lucha de sus gentes por alcanzar la inmortalidad. Romería engalanada por
mulas nobles. Grupos de rock. Museos: el de López Torres y el del Carro. Peluquero
famoso. Pintores como Antonio López o Pepe Carretero. Artistas de la prosa como
Francisco García Pavón. O del verso, como Eladio Cabañero y el emeritense de
nacimiento Félix Grande. Tierra soportada por el sudor de sus labriegos, el
mismo que tras condensarse lagrimea sobre el verde esmeralda de las aguas de
Ruidera. O sobre el azul vertiginoso del embalse de Peñarroya. Así es Tomelloso.
Camarón de aire aspeado y catre de ideas frescas. De humanistas natos que
buscan su expresión en la impresión del menos crédulo. Vean la prueba en Las hijas de Santa Inés, del autor y
director Miguel Ángel Berlanga, y aplaudan después los logros de Carpe Diem Teatro
hacia los XVI Premios Max de las Artes Escénicas. Derroche de creatividad en un
pueblo con majanos de plata. En una
Castilla-La Mancha que “en estos momentos es la tercera región de interior en volumen de
turistas”. Aporta el dato Carmen Casero, consejera de Empleo y Economía del
Gobierno castellanomanchego, en el especial Fitur de La Tribuna del pasado 30 de enero, revelando asimismo que en el
último año el número de turistas extranjeros que aseveran tenerla como destino
prioritario de su viaje se ha incrementado en un 63%. ¿Les extraña? Mancheguen un poco y fériense volver. Javier de Matrice.
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SOBRE MÍ

EN TERCERA
Javier G. Cobo, nombre real de Javier de Matrice, nació en Madrid en 1982. Periodista digital y Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid (2000-2005), ha sido becario de realización en Telemadrid y ha trabajado como redactor/presentador en Localia Fuenlabrada Televisión (2006). Su experiencia en radio pasa por la redacción/locución de los Servicios Informativos de Radio Complutense -107,5 FM- (2000-2004) y por la realización de crónicas y cuñas puntuales para Cadena Ser Madrid Sur. Es también diplomado en Arte Dramático por Metrópolis c.e. , y ha sido dirigido en teatro por Tina Sainz (preproducción de Nuestra Ciudad, 2004), Pilar Vicente (La tienda de los horrores, 2009), P. Moraelche (Bésame, tonto, 2010), Javier Delgado (El enfermo imaginario, 2011), Patricia Chávarri (El Rey Sol, 2012) y Alfonso Gómez (¡Usted es Ortiz!, 2013). Es asimismo autor de Los calostros de la Gachosa (teatro breve). En televisión ha colaborado como actor en programas como Cyberclub, La Nuestra o Sucedió en Madrid (Telemadrid, 2005). Actuaciones en cine [cortometrajes]: Así fue (Julia Gangutia, 2013), Ni siquiera Descartes (Trinidad Sánchez y Daniel Lavín González, 2013), Nada sin mí (Rodrigo Delgado y Jorge Escudero, 2013) y Extraterrestres generosos (Trinidad Sánchez, 2013). Actuaciones en web series: Sayón (The Executioner), dirigida por George Karja (2013-2014).
Contacto: javierdematrice@gmail.com